Todos sabemos que nuestros peques a veces necesitan un empujón para comer ciertas cosas ya que por el color o por la textura no les gustan, bien aquí te damos unos tips para que tus peques ¡coman marisco!
Infinitas opciones
Dentro de todo el abanico de posibilidades a la hora de elegir marisco tenemos los más conocidos: gamba (la más famosa la Gamba de Huelva), Langostinos (de Sanlúcar), cigalas, langostas, bogavantes, almejas, longuerones, calamares pulpo y sepia.
¿Qué les aporta?
Cabe destacar que el consumo de marisco es importante ya que nos aporta un rico contenido en proteínas de calidad. La mayoría de ellos tienen un bajo contenido graso y bajos en hidratos de carbono. El marisco es una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico, y contribuye a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D, que tienen beneficios para la salud bien establecidos. También proporcionan ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, el cual es un componente de los patrones dietéticos asociados con la buena salud. El consumo de alrededor de 1-2 porciones de marisco por semana y hasta 3-4 porciones por semana durante el embarazo se ha asociado con mejores resultados funcionales del neurodesarrollo en los niños en comparación con la ausencia de consumo.
La mejor forma de consumirlo
Siempre acompáñalos con alimentos ricos en fibra como arroces, fideos, semillas o frutos secos. El aguacate, el tomate o el perejil fresco aportan más nutrientes como vitamina C o Calcio. En cambio, si le encantan las frituras te aconsejamos hacerlas lo más saludables posibles, utilizando siempre aceites limpios y después utilizando papeles absorbentes para retirar el aceite que suelta. Este último es el que menos calidad nutricional aporta ya que el calor de la fritura favorece la pérdida de dichos nutrientes.